*El tehuacanero tiene la capacidad de correr hasta 200 millas en la montaña y ha representado a Puebla en eventos internacionales que reúnen a los mejores del mundo
Antonio Zamora
Puebla. – En la montaña solo escucha su jadeo, el ruido de sus pisadas y la majestuosa naturaleza, es ahí cuando Juan Patjane puede tener un encuentro consigo mismo y con el que ha sabido trascender como ultramaratonista.
Nacido en Tehuacán, su pasión por el Trail o carrera de montaña surgió casi por accidente, porque su primer contacto con el deporte fue para hacer alpinismo, aprovechando que muy cerca de su casa, a casi hora y media, está la cima más alta del país: el Pico de Orizaba.
“Haciendo montañismo tengo unos diez años porque teniendo el Pico de Orizaba tan cerca pues era de ir seguido y así como empecé con mis primeros acercamientos a la montaña, aunque fue poco a poco, primero nomás llegaba al refugio, luego más arriba, después hacer cima”.
Ya con un mayor fondo físico, se involucró de lleno en el trail subiendo cada vez más la distancia y el nivel, también con el objetivo de sumar puntos que le permitieran clasificar a competencias de élite.
En 2016 competió en el ‘Ultra maratón de las Altas Montañas’ de 60 kilómetros; después en el Trail de Huasca de Ocampo en Hidalgo y cumplió su meta de sus primeros cien kilómetros.
Con la confianza a tope, en diciembre del 2017 se inscribió al Mont Blanc, considerado el Trail más peligroso del mundo con 170 kilómetros sobre los Alpes recorriendo Francia, Italia y Suiza, donde además de la distancia, las condiciones climáticas ponen a prueba a los traileros.
“El 2017 lo considero como de consolidación personal porque ya las corría más en forma, sentía que había subido un escalón en cuanto a preparación. Me fue afortunadamente bien, la terminé, con todas las complicaciones, pero fue maravilloso ya no pensando en el resultado sino de disfrutarlo, ver lleno de corredores es como una especie de Disneylandia del Trail, te encuentras los élite, les pides la foto y pues fue una fiesta total”.
Después de su experiencia en los Alpes, fue en búsqueda de otro reto y lo encontró en el país vasco, donde participó en 2019 en el llamado reto de Ehunmilak en Beasain, el cual consta de 168 kilómetros.
“Pasando el Mont Blanc, que fue en agosto, lo que siguió fue hacer carreras en México para mantenerme y me inscribí a principios del 2019 en el reto de Ehunmilak en Beasain en España, la disfrute, pero la sufrí muchísimo, el desnivel brutal, es una ruta técnica, incluso a media carrera la dudé de seguir, pero agarré ese segundo aire y sí la terminé, fueron 46 y media de estar corriendo”
Tras la pausa obligada por la pandemia, en el 2021 volvió a las competencias y por fin logró uno de sus grandes propósitos, el correr las 200 millas, las cuales hizo en Oaxaca y que le demandaron 73 horas corriendo.
“En 2020 todavía pude hacer algunas carreras para recaudar fondos, y ya en 2021 fue retomar las carreras e inscribirse a la mayoría, y un día me apareció la publicidad de las 200 millas de México que se hacen en Oaxaca, y quedé en quinto lugar, empezó en Zimatlán, cerca de Oaxaca, y terminó en Cerro Hermoso que es la playa que está cerca de Puerto Escondido”.
Juan Patjane es un asombroso ultramaratonista que en los senderos de las montañas ha encontrado su lugar en el mundo, que a pesar de terminar con las piernas cansadas y lastimadas, ama lo que hace, y por eso incentiva a que más personas conozcan este deporte, que más allá de hacerlo por salud y autosuperación, también se puede tomar como una terapia en las alturas.
“Soy de la personas que invita al trail, a lo mejor no de que vengan y hagan un ultra, mi invitación va más lo que es correr en montaña, va más allá del deporte y lo saludable, es una terapia, va más allá de los kilómetros, pueden ir a correr cinco o diez kilómetros y eso te va cambiando el día, la forma de ver las cosas”.
